martes, 24 de septiembre de 2013

CRÓNICA: The Flying Eyes + Golden Animals. 19 de septiembre. La Boite (Madrid)

Cronica concierto The Flying Eyes, http://psychoner.blogspot.com.es

La noche del jueves 19 de septiembre teníamos una cita con uno de los grandes grupos del rock underground actual: The Flying Eyes. Ganas había. Muchas. De disfrutar en directo de ese rugido, de ese sonido demoledor por el que se han hecho tan conocidos. Los de Baltimore se han currado sus tres últimos discos y, aunque han olvidado su parte más blues con “Lowlands” -disco que presentaban-, tienen más energía retro que nunca. Y estábamos congregados en La Boite para comprobarlo, sala que, como bien es sabido por todos los madrileños, deja bastante que desear en cuanto a la acústica pero que sigue siendo uno de los sitios de la capital donde siempre hay buenos directos programados.

Primero les tocó el turno a Golden Animals. El duo compuesto por Tommy Eisner y Linda Beecroft nos traslada a la época de los hippies, la paz y el amor libre con su sonido de la década de los 60. Sin embargo, aunque correctos en todos los temas, a los de Brooklyn parece faltarles algo de gancho, algún momento de clímax, algo de juego músico-público que seduzca y haga querer más. Y es que, si bien algunas canciones empiezan con fuerza, pronto caen en la monotonía y en los mismos ritmos repetidos, creando la sensación de estar escuchando la misma canción una y otra vez. A pesar de todo, Golden Animals cumplían bien su función: entretener a los asistentes mientras esperan el plato principal.

Cronica concierto The Flying Eyes, http://psychoner.blogspot.com.es
Y el plato llegó. Lo vimos, lo degustamos y lo disfrutamos. Aunque no todo lo que podríamos haberlo hecho. La noche de The Flying Eyes se puede calificar como una serie de catastróficas desdichas. Micros caídos, baterías que se desmontan y cuerdas de guitarra que se rompen hasta en tres ocasiones. Todo esto causó inevitables momentos muertos que, lamentablemente, hacían mella en un directo que, sin estos contratiempos, habría sido demoledor. Estos chicos saben lo que se hacen y se pudo comprobar desde el primer minuto de concierto. Sin 'setlist' a la vista y con una compenetración palpable, condujeron a toda la sala en un viaje por la psicodelia (potenciada en un magnífico momento de “solo de serrucho”) y el sonido blues-rock. Solos de guitarra hipnóticos, bases de bajo magnéticas, la potencia de una casi inmejorable batería y el carácter de la voz de William Kelly fueron los ingredientes para una noche que hizo las delicias de los seguidores de la banda y de la buena música rock en general. A la próxima repetimos. 

Cronica concierto The Flying Eyes, http://psychoner.blogspot.com.es

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